¿Y si el problema no sos vos… sino que te falta esto?
🎩 Imaginate esto: estás corriendo todo el día.
Atendés clientes, respondés mensajes, hacés entregas, pagás cuentas, subís un posteo a Instagram, llevás a tu hijo a la escuela, volvés, te olvidás de mandar una factura, te llaman de nuevo, y así… todos los días.
Y cuando alguien te pregunta:
—“¿Qué hacés en tu negocio?”
Contestás algo como:
—“Todo un poco… ya ni sé.”
🙃 Te tengo una noticia:
Si hacés de todo, pero no sabés qué hacés ni por qué lo hacés, el problema no sos vos.
🤯 El problema es que te está faltando algo esencial:
¡Un organigrama!
(Sí, eso que suena a empresa con 300 empleados… también lo necesitás vos.)

🎯 Pero pará, ¿qué es un organigrama?
¿Y si el problema no sos vos… sino que te falta esto?
Es una forma visual o mental de ordenar tu negocio por áreas, como si fuera un mapa.
Aunque seas vos sola/o haciendo todo, tu negocio tiene partes que necesitan estar bien pensadas.
💼 Algunas áreas básicas que todo negocio tiene (aunque no lo sepas) son:
- Ventas y atención al cliente
- Producción o servicio
- Administración y cobranzas
- Marketing y redes
- Gestión y dirección (o sea, vos como dueño/a)
- Un organigrama no es para "parecer más grande".
Es para que sepas qué tareas existen y quién debería hacerlas (aunque hoy seas vos, al menos sabés qué estás haciendo y qué podrías delegar).
🤹♀️ ¿Y qué pasa cuando no lo tenés?
✔️ No sabés qué tareas hacer primero.
✔️ Sentís que trabajás un montón pero no avanzás.
✔️ No sabés qué delegar, ni a quién.
✔️ Tus días son puro “apagar incendios”.
Y lo más importante:
🚨 No podés tomar decisiones claras.
Porque no sabés en qué estás parado.
🧠 Pero cuando lo tenés...
🌱 Aparece el orden.
📍 Tenés claridad sobre tu rol como dueño.
🔁 Empezás a diseñar un sistema, no solo sobrevivir al día a día.
💡 Te das cuenta de que no necesitás ser superhéroe, solo organizarte como dueño.
✨ Bonus track: Esto NO es un Excel aburrido.
Un organigrama puede ser un dibujo en una hoja, un cuadro en Canva, o incluso algo que armás con post-its en tu pared.
La clave es ver tu negocio como un sistema, no como un caos con patas.